11.1.23

ADIVINANZAS: NOMBRES

 El autocar los transporta, 

al grupo de jubilados, 

yo he puesto el nombre del chofer, 

por si necesitáis llamarlo.


Este autocar mencionado 

va de guía una mujer, 

que también le he puesto el nombre 

si lo sabéis entender.


Esa gorra montañera, 

con visera para el sol, 

ya le lleva puesto el nombre, 

de este su poseedor.


A cada jueves que pasa, 

deja viernes a la espera, 

pero sabemos el nombre, 

del que sigue la carrera.


Este invierno se darán, 

gélidas temperaturas, 

por eso nombramos uno, 

que nos las dará sin duda.


Yo ya cuando me levanto, 

ni he calzado ni he vestido, 

pero ese nombre de mujer, 

ya lo tengo bien cumplido.


Es un aire tan confortable, 

que cuando lo respiramos, 

lleva en medio una mujer, 

por poco ni nos enteramos.


En la Pascua la mujer, 

también tiene preferencia, 

para ver el que aquí he puesto, 

no hace falta mucha ciencia.


El extranjero ni mola, 

ni tampoco nos estorba, 

por eso he puesto su nombre, 

que muy poco nos joroba.


Si te interesa el nombre, 

que le han puesto a esa mujer, 

yo ya te lo he apuntado, 

mira si lo sabes leer.


Cuando corro manteniendo, 

la distancia con los otros, 

es por no dar ese nombre, 

que tenéis para vosotros.



A Caspe drogas se trajo, 

escondidos en un trapo, 

así se cubría el nombre, 

para darnos más trabajo.


Se encuentra muy comodón, 

si monta bien su caballo, 

así el nombre del jinete, 

ya lo tenéis bien anotado.


Me pasa a mí cuando canto, 

ni oigo a los demás, por eso, 

he apuntado al cantante, 

para que con él estéis al tanto.


Aquí a todo gas parten, 

sin saber a dónde irán, 

por eso el nombre del guía, 

os lo acabo de anotar.


En Canarias es típico, 

el murmullo de la Isa, 

Bet que también nos da el nombre, 

de una chica muy castiza.


A ver cómo pongo yo, 

lapa; trici a continuación, 

para engarzar el ese nombre, 

y acabar con el pregón.


A Manu el Miguel, le sigue, 

pero yo el nombre he metido, 

para entretener un poco, 

y que no resulte aburrido.


La calima no le ayuda, 

a que lo pase mejor, 

pero sí a formar el nombre, 

de ese joven soñador.


A mí que le den consejo, 

me parece muy correcto, 

por eso va aquí el nombre, 

que nos hace buen efecto.


Le duele naturalmente, 

que no le hayan avisado, 

que aquí veríamos su nombre, 

más ya está todo arreglado.


Pues ya no pongo más nombres, 

entre las letras mezclados, 

y digo que ya está bien, 

y lo doy por terminado.


Manuel Tomeo Lerín
El Sebastián

ADIVINANZAS: PUEBLOS DEL BAJO ARAGÓN

 No hace falta que le pongas, 

mucha atención al oído, 

yo te diré claro el nombre, 

tú escucha como te lo digo.


Esaú trillas la parva, 

para recoger el grano, 

he puesto el nombre del pueblo, 

y así lo tenéis a mano.


Acribíllenlo a balazos, 

si no sabe respetar, 

que en este pueblo los nabos, 

son hortaliza especial.


Al lagar gallo que llega 

vigila mucho la uva, 

sabe que los de este pueblo, 

se la pillarán sin duda.


Del aire que respiramos, 

olí etéreos perfumes, 

por eso he puesto aquí el nombre, 

del pueblo que lo gozamos.


Ala con plumas emplean, 

las aves para volar, 

pero si pierden las alas, 

¿en qué pueblo caerán? 


Dele cera a la madera, 

para conservar su brillo, 

que en este pueblo que estamos, 

se emplea más que el cepillo.


Para dar nombre a este pueblo, 

hay que ponerle cariño, 

pero hay que quitarle la C, 

y así lo entiende hasta el niño.


Esther cuelga la mochila, 

cuando vuelve de paseo, 

por eso he puesto el nombre, 

que bien clarito lo veo.


Hace falta mucho amor, 

para alejar una persona, 

los del pueblo aquí apuntado, 

con esto no quieren broma.



Con el salmón tal van, 

a desovar río arriba, 

que este pueblo aquí escrito, 

lo pesca si se descuida.


Cuando la vaca hace “mu”, 

ni esa voz nos da lástima, 

así que he mezclado el nombre, 

del pueblo este que la mima.


Seguramente sabrás, 

que, a pesar de los años, 

nunca podrás olvidar, 

que este pueblo tiene baños.


Me mandaron a este pueblo, 

para comprarme calzado, 

y halló zapatos y botas, 

en este pueblo apuntado.


Para llegar a este pueblo, 

ando rápido y corriendo, 

por eso ahí te lo apunto, 

para no perder el tiempo. 


Llegó al pueblo un vendedor, 

trajo sábanas de seda, 

con el nombre puesto en ellas, 

del pueblo en este en que se queda.


Se acercaba un fanfarrón, 

con un sable sacudiendo, 

y se metió en este pueblo, 

que bien clarito estáis viendo.


Esos tejados mal hechos, 

que cuando llueve se calan, 

da pena que en este pueblo, 

mejor cuidado no tengan.


Lo echaron del paraíso, 

al Caín ese criminal, 

pero míralo por donde, 

puso nombre a mi pueblo ¿sabes cuál?


Manuel Tomeo Lerín

El Sebastián




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