Por el lecho del barranco de la Hombrigüela se llega a la zona de la CASILLA BAJA ( aún quedan restos de las paredes)
Es un gran albergue sin puertas donde podían entrar las caballerías aunque fueran cargadas con fajos y además cabían muchas personas. Estos refugios se hacían al borde y y cruce de caminos y siempre distanciados de los pajares y era con la idea de que si alguien era sorprendido por alguna tormenta pudiera refugiarse en éstos albergues que siempre estaban en sitios estratégicos.
(Avena fatua) También denominada «avena loca»; gramínea anual convertida en una de las más peligrosas malas hierbas de los cereales. Su semilla puede permanecer en el suelo, sin germinar, durante varios años; se combate eficazmente mediante una buena planificación de rotación de cultivos.
Tambien servía, ademas de para apisonar la tierra en las eras, para machacar el yeso cocido hasta hacerlo polvo. Este rollo siempre iba tirado por caballerías.
POR ADOR: Creo que lo empleaban los moros que vivían en el "Serrallón". Significa "tanda de riego".
AZUD : palabra de origen árabe que significa barrera, siendo esta habitual para elevar el nivel de un caudal o ría con el fin de derivar parte de este caudal a las acequias. Realmente es una presa, pero suele conservar la denominación de origen árabe cuando se corresponden a presas de pequeño tamaño y de origen musulmán.
HILA: Cantidad de agua que se toma de una acequia por un boquete de un palmo cuadrado.
ACEQUIA : canal por donde se conducen las aguas para regar.
Las herramientas o utensilios que normalmente se empleaban en su elaboración eran: las cañas, abiertas en tiras, como es natural; las guías o moldes; una hoz o faz de cañicero; los abrecañas y la razón.
Los moldes o guías eran dos cañas medianas de un metro de largo, superpuestas y atadas de una a otra en una tira, separadas por un pequeño tabique para que cupieran las cañas guías repartidas en cinco espacios, las cuales soportaban el tejido que se hacía con las cañas abiertas.
El abrecañas era un trozo de madera de roble, de doce o catorce centímetros de largo, redondo y grueso, como una botella de vino normal, el cual se podía asir fácilmente con la mano. Abierto por una parte con tres o cuatro hendiduras terminadas hacia el centro, formando una punta o ángulo, que al presionar por el hueco de las cañas, hacia salir tres o cuatro tiras con las cuales se hacia el tejido.
La faz u hoz, era una herramienta provista de un mango corto que al fondo tenía una hoja curvada, ancha por un lado, y al otro, una cuchilla cortante. Servía para pelar y cortar las cañas por donde hiciera falta. La razón era una madera de unos cuatro centímetros de grosor y unos treinta de largo, en forma de pala con mango para golpear las cañas, tanto el relleno, como el tejido. Estos cuatro utensilios eran los utilizados para hacer los cañizos, pero ahora hace falta saber cómo.
Primero, como es lógico, había que cortar las cañas, que solían hacerse a mediados de invierno y casi a la par, se preparaban las herramientas para desarrollar la faena. Con la faz se pelaban las cañas; se ponían los moldes separados de uno a otro, más o menos a dos metros, medida de la que tenía que ser el largo del cañizo. En esos espacios de los moldes, se ponían las cañas guía para formar los costillares. Como las cañas aun tenían flexibilidad, con el abridor se abrían las que tenían que emplearse para tejer. Éste era el inicio del trabajo, hacer el tejido con las cañas abiertas, haciéndolas pasar entre los costillares del armazón, empezando de abajo hacia arriba. Cuando se terminaba de tejer aquellos costillares o guías, se iban rebutiendo de arriba a bajo con las cañas más delgadas, para que el cañizo quedara más tupido y reforzado. A continuación se sacaban los moldes; con la razón, se daban unos golpes de ajuste al tejido y a las guías; se cortaban los salientes y dañados, y ya estaba listo el cañizo.
Antes para hacer los tejados, se tenía un sistema algo especial: levantadas las paredes del edificio, sobre ellas se ponían los maderos (o vigas) ( troncos de árboles preparados para tal uso) separados entre si unos 50 cm., y sobre estos "maderos" se colocaban los "cañizos". Los cañizos eran obras muy artesanas. Se abrían las cañas, y sobre unos moldes ya preparados, se tejían o se hacían unas planchas de caña, o sea los cañizos; de unas dimensiones de un metro de ancho, por dos de largo mas o menos. Estas piezas las hacían artesanos del pueblo (entre ellos mi padre) de lo cual aún guardamos los moldes y buena parte de los utensilios que se empleaban. Estos cañizos se sujetaban a los maderos con unas puntas largas y gruesas, llamadas "puntas de encañizar", que se prestaban al entretenimiento por el trabajo meticuloso que requerían, para asegurar bien los cañizos cada uno donde le correspondía, en sus respectivos maderos. Luego encima de los cañizos, se hacían unos caballones de barro, en hileras de arriba a abajo de los cañizos para colocar las tejas unas boca arriba y otras boca abajo, y así se iban formando los rigos o canales del tejado, que como se les daba una vertiente bastante pronunciada, el agua se deslizaba divinamente
Esta clase de construccion que antaño era lo mas normal en los pueblos se llamaba "PAREDES DE TAPIA". Estaban hechas de tierra mojada y apisonada entre unas planchas de madera u hormas y respaldadas por unos soportes de yeso en forma de triangulos, que es lo que les daba seguridad.
30.5.09
Haz click AQUI ... verás un libro abierto, puedes pasar página si te pones en la esquina inferior derecha y arrastras el ratón apretando el botón izquierdo, sin soltarlo, hacia la otra página. A ver si realmente lo tienes amaestrado.
23.5.09
La última excursión que hicimos en Semana Santa 2009. Los Morrones.
9.5.09
COSAS de ALCAINE
Yo cuando hablo de mi pueblo, Siempre hago corto de frases; Imposible es contar todo, Sin olvidarse detalles
“ALCAINE” ¡Qué especial eres! Igual que tienes de antiguo, Hay en tus alrededores, Distracción de todo tipo.
Que imaginación tendría, El que supo programar, La construcción de este pueblo, En sitio tan singular.
Porque hay que reconocer Que la obra tiene miga: Está en alto y está en bajo; Según de donde se mira.
No está al alcance d todos, Hallar esta controversia; Mucha intuición hace falta, Para aplicar esta ciencia.
Y así ahora podemos ver, Este pintoresco pueblo, Lleno de encanto y belleza Que te anima alma y cuerpo.
Porque si vas recorriendo, Sus entornos naturales, Sin darte cuenta té llenas, De impresiones agradables.
Para distraer la vista Hay puntos privilegiados; Miradores naturales; Que gozas de disfrutarlos.
“La Solana”- “La Torreta” “ Benicózar”-San Ramón” “Solana del buitre”-“Hombriguela” O Tan bien “El Serrallón.
Estos citando muy pocos, De los muchos que tenemos; La lista se haría larga, Y es que no hay para menos.
Ya digo; esto hay que verlo, Y saberlo comprender; Te podrá gustar o no, Pero original... !MUCHO ES.